El puente de Arganzuela es una pasarela peatonal que cruza el río Manzanares en el parque Madrid Río. Tiene un diseño muy moderno que destaca sobre los elementos naturales del entorno.
Creado por el arquitecto francés Dominique Perrault e inaugurado en 2011, el puente monumental se ha convertido en uno de los iconos de Madrid Río, el nuevo parque urbano situado a orillas del Manzanares.
El puente de Arganzuela no sólo es uno de los elementos decorativos más destacados del parque. También sirve de unión entre los distritos de Arganzuela y Carabanchel, anteriormente separados por la M-30.
La modernidad del puente de Arganzuela
Esta zona de Madrid se caracterizaba por una estética poco atractiva. Ahora, con el soterramiento de la autopista y la creación de Madrid Río, el paisaje se ha transformado en una gran zona verde frecuentada por miles de madrileños y turistas.
En esta nueva configuración urbanística, los puentes y pasarelas peatonales son elementos fundamentales. Permiten el disfrute de ambos lados del parque y ofrecen una apariencia de ciudad unida por un río y no separada.
Algunos pasos de Madrid Río ya existían con anterioridad, como es el caso de las presas o de algunos puentes históricos. En otras ocasiones se decidió crear pasos nuevos, como este puente de Arganzuela, que aporta modernidad al nuevo entorno.
Los 278 metros del puente de Arganzuela
El puente de Argazuela mide 278 metros de un extremo a otro. Está formado por dos tramos que vuelan sobre el parque Madrid Río y se unen en una colina artificial en la margen izquierda.
Cada uno de los tramos es un cono de diámetro variable entre 5 y 12 metros. Los conos están formados por una espiral metálica que se recubre con una malla. Este diseño protege del sol a la vez que permite las vistas y otorga cierta sensación de transparencia.
Durante el día, todo el puente brilla por efecto del sol y destaca entre el predominio verde del parque. Por la noche, se ilumina mediante focos creando una estética muy atractiva y fotogénica.
El suelo del puente es de madera, con rendijas para evitar oscuridades por debajo. En teoría una parte del ancho está destinada a peatones y la otra a bicicletas. A lo largo del recorrido hay bancos para sentarse y se forman varios miradores.
Un puente integrado en Madrid Río
Bajo el puente de Arganzuela pasa el río Manzanares y también los caminos creados a ambos lados del cauce. Desde la colina que une los dos tramos se distribuyen algunos de esos caminos. El propio puente es apto para ciclistas, pues su superficie es lisa y carente de escalones.
A su lado está la playa de Madrid, esas tres superficies dotadas de chorros de agua que sirven para bañarse y para refrescar el ambiente. Algunos bañistas aprovechan la sombra del puente para extender sus toallas.
Desde el puente hay magníficas vistas del curso del río, hacia el puente de Praga al sur y hacia el Puente de Toledo al norte.
Perrault y el puente de Arganzuela
Dominique Perrault es uno de los arquitectos más destacados del panorama internacional. Sus obras se caracterizan por ser tecnológicas y elegantes, a la vez que producen una curiosa distinción en el paisaje en el que se integran.
Para la creación de Madrid Río presentó un proyecto urbanístico que no ganó el concurso, pero que obtuvo un premio especial por el tratamiento que hacía de los ejes viarios y peatonales. Sin embargo, en 2008 le fue asignado el proyecto del puente de Arganzuela por encargo directo.
Perrault ha participado en numerosos proyectos de transformación urbana en Europa y en Asia. En Madrid ya había dejado una muestra de su estilo diseñando la Caja Mágica, también al borde del Manzanares.
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