La Real Casa de Correos es el edificio más antiguo que queda en la Puerta del Sol de Madrid. Y también el más imponente. Ocupa buen parte del lado sur y recibe las miradas de todos los visitantes de la plaza.
Data de 1768, cuando Carlos III rechazó un proyecto de Ventura Rodríguez para construir una casa de correos. El rey considerado mejor alcalde de Madrid prefirió el diseño del francés Jaime Marquet. Para la ejecución de la obra fue necesario derribar unas 30 casas de dos plantas de la zona.
El edificio luce muy elegante y aseado, como corresponde a uno de los elementos más visitados de la capital. Lo vemos en televisión cuando menos lo esperamos y también cuando más: cada fin de año. La última reforma, efectuada en 2017, ha reparado las cornisas y elementos pétreos. También ha servido para limpiar y embellecer su aspecto exterior.
Una combinación de colores
El palacio no se abre para realizar visitas turísticas, salvo en diciembre para contemplar el Belén y otras excepciones. Pero sabemos que su interior no contiene unos espacios espectaculares. La escalera principal es pequeña y de carácter funcional debido a la modificación del proyecto de Marquet por parte del conde de Aranda, que, como presidente del Consejo de Castilla, quiso destinar parte del edificio a cuartel de Guardia de Prevención.
La planta rectangular del edificio alberga dos grandes patios separados por una crujía. Su estructura de plantas la forman un zócalo, un piso bajo, una entreplanta y un piso alto principal.
Las cuatro fachadas de la Real Casa de Correos son de estilo clásico francés. En el centro de la fachada principal, que preside la plaza, se abre un gran arco de medio punto que sirve de entrada al edificio. Encima del arco hay un balcón de considerables proporciones que sirve para algunas celebraciones. Y más arriba tenemos un frontispicio con el escudo real y adornos escultóricos obra de Antonio Primo Garrote.
En toda la fachada destaca la combinación armoniosa de tres elementos. El más destacado es el ladrillo rojo, que aporta colorido. En contraste, tenemos la piedra blanca de Colmenar Viejo, que si está limpia es muy vistosa. Y por encima de éstos, el hierro labrado del gran balcón y de los balcones más pequeños al pie de cada ventana.
Los usos de la Real Casa de Correos
En los dos siglos y medio de vida de este edificio, apenas ha servido 80 años para su destino original de Real Casa de Correos y el de Guardia de Prevención que le asignó el Conde de Aranda. Después fue sede del Ministerio de Gobernación, quedando una parte de la planta baja para funciones de correos y telégrafo. Posteriormente, durante el franquismo, se convirtió en Dirección General de Seguridad. Desde 1998, tras un largo periodo de rehabilitación, acoge la Presidencia del Gobierno de la Comunidad de Madrid.
Ante el edificio se han desarrollado algunos de los acontecimientos más decisivos de la historia española. Uno de ellos fue el levantamiento de los madrileños ante las tropas francesas al inicio de la Guerra de la Independencia. Una placa en la fachada, colocada en 1908, rinde homenaje a los héroes populares del 2 de mayo de 1808.
También se dan cita en esta Puerta del Sol manifestaciones de todo tipo, así como espectáculos callejeros. En 2011 cobró gran importancia por ser escenario de la protesta de los Indignados, o movimiento 15M. Otra placa en la fachada del edificio recuerda a «los que supieron cumplir con su deber en el auxilio a las víctimas de los atentados del 11 de marzo de 2004».
En la azotea del edificio se alza una torre de forma cuadrada y estilo sobrio, imitando la estética dieciochesca del resto del conjunto. Esta torre se construyó en 1866 expresamente para albergar el reloj del famoso relojero José Rodríguez Losada. Este reloj era un regalo al pueblo de Madrid para sustituir al defectuoso que provenía de la iglesia del Buen Suceso. Cada 31 de diciembre, el reloj marca el fin de año para toda España con el ritual de las doce uvas.
El Belén de la Real Casa de Correos
En la acera frente a la puerta principal de la Casa de Correos está la famosa Placa del Kilómetro Cero. Este punto marca el origen de las seis carreteras radiales nacionales, que parten de Madrid hacia País Vasco, Cataluña, Valencia, Andalucía, Extremadura y Galicia. Por eso es tan frecuente verlo rodeado de turistas que se fotografían junto a la baldosa.
Desde 2003 se instala un Belén navideño en uno de los patios del edificio. Su responsable es la Asociación de Belenistas de Madrid. Este Belén se ha convertido en una de las mayores atracciones de la Navidad madrileña. En su puerta se forman colas para contemplar el Nacimiento, que ocupa una extensión de 150 metros cuadrados y pesa 3 toneladas.
Otras actividades se desarrollan también en el interior del edificio. Por ejemplo, alguna exposición, como la de 50 años de Bomberos de la Comunidad de Madrid. Durante la Noche de los Libros, el 23 de abril, uno de los patios acoge actividades relacionadas con el mundo del libro.
Y hablando de libros, la Real Casa de Correos sirve de escenario, además de la Puerta del Sol y aledaños, de uno de los capítulos de Napoleón en Chamartín. Se trata del quinto de los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós.
La Puerta del Sol es el paso número 1 del recorrido Qué ver en Madrid en 10 pasos.
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