Aprovechando la Semana de la Arquitectura en Madrid, entramos a ver el interior del Palacio de Longoria.
El edificio es propiedad de la Sociedad General de Autores y Editores, SGAE, que lo usa para sus funciones. Por eso no está habitualmente abierto al público. Para verlo por dentro hay que aprovechar estas ocasiones.
El Palacio de Longoria es uno de los edificios que más llama la atención del barrio de Chueca. Las formas retorcidas de su fachada, el torreón curvo, las esculturas que forman parte del paramento, los relieves vegetales hechos en la piedra y otros elementos originales inducen a fotografiarlo.
Un modernismo parcial
Cuando se piensa en un edificio modernista de Madrid el primero que viene a la cabeza es éste. Aunque la verdad es que tenemos otros, como Casa Gallardo o el edificio de la Compañía Colonial. El modernismo del Palacio de Longoria se aprecia más en el exterior, en lo que se refiere al revestimiento ornamental, lo que llaman arquitectura orgánica.
Por dentro el Palacio adopta formas más clásicas. Levantado sobre un solar más o menos cuadrado, consiste en dos cuerpos rectangulares que hacen forma de L. Estas dos alas del inmueble se ensamblan en el torreón circular, que alberga la gran escalera que sirve de distribuidor.
La escalera está coronada por una impresionante cúpula de hierro con vidrieras de color. Hasta la barandilla es una obra de arte, con adornos de hojas y flores de latón. La parte interior del solar alberga un patio al que asoma la fachada trasera, del mismo estilo que la delantera.
La parte baja de esta fachada trasera lo forma la galería porticada, que sirve de antesala al jardín. Los soportes de sus extremos son unas curiosas palmeras labradas en hierro, con una doble función ornamental y de sustentación.
Los usos del Palacio de Longoria
En cuanto a las estancias interiores de la sede de la SGAE, no pudimos verlas por ser el lugar de trabajo del personal. Pero sí sabemos que tienen techos altos y grandes ventanales, como corresponde a los inmuebles señoriales de su época.
El Palacio de Longoria lo mandó construir el financiero Javier González Longoria, que vio terminada la obra en 1904. Su idea era tener las oficinas del banco en la planta baja y su vivienda particular en el resto.
El diseño del edificio corresponde a José Grases Riera, arquitecto catalán a quien se suele relacionar con Antonio Gaudí. Grases Riera fue autor también del impresionante monumento a Alfonso XII, en el Parque del Retiro.
Diez años más tarde la propiedad ya estaba en manos de la Compañía Dental Española, que la reformó. El tiempo y la falta de mantenimiento fue degradando el edificio hasta que en 1950 la SGAE lo adquirió.
La SGAE en el Palacio de Longoria
Entonces se llevó a cabo una reforma para dar cabida a las oficinas de la entidad. La SGAE permanece en el edificio, además de utilizar el contiguo en la calle Pelayo. En la década de 1990 la entidad se ocupó de restaurar la fachada y modernizar los interiores.
En el patio hay un jardín muy apetecible para los días de buen tiempo. Una inscripción fechada en diciembre de 2015 recuerda que se trata del Jardín Ana Diosdado: “Autora, directora, actriz. Una vida a la luz de los escenarios.”
En este patio hubo, antiguamente, unas dependencias separadas del edificio que ya fueron suprimidas. Una placa nos recuerda que en esas dependencias vivió y tuvo su estudio el pintor Julio Romero de Torres entre 1916 y 1930.
El Palacio de Longoria, sede de la SGAE, está en la calle Fernando VI, 4. También tiene entrada al patio por la calle Pelayo, 61.
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