Si el Parque del Retiro es un lugar tranquilo dentro del centro de Madrid, los Jardines de Cecilio Rodríguez, situados en su interior, son el colmo de la tranquilidad y el sosiego.
Poca gente entra en este recinto vallado dentro de los límites del Retiro. De hecho, lo habitual al visitarlos es no encontrar más de una docena de personas que lo visitan en un clima de silencio y naturaleza.
Precisamente por eso es tan especial su visita. Recomiendo entrar en ellos después de la visita a la Feria del Libro de Madrid para descansar tras el barullo de las casetas y los libros. O tras un rato remando en las barcas del Estanque Grande.
Todo tranquilidad en los Jardines de Cecilio Rodríguez
En los Jardines de Cecilio Rodríguez encontramos un montón de elementos curiosos. Pequeños estanques, surtidores de agua, esculturas, enredaderas que trepan por columnas y pérgolas, bancos en sombra, setos recortados, rincones escondidos. Y hasta pavos reales que despliegan sus plumas de colores.
Junto a la entrada norte tenemos la figura de una elegante Venus ataviada a la romana. Tiene un hombro al descubierto y la mirada indolente hacia ningún lugar. Le falta un brazo y es frecuente ver cierta negrura ensuciando el blanco de la piedra. Pero su presencia está muy acorde con el aire clásico del jardín.
Y a unos pasos de la Venus, en el interior del pequeño estanque, tenemos la Fuente de las Gaviotas. Se trata de una curiosa escultura realizada en 1962 por Vicente Pimentel que representa una bandada de gaviotas volando. Fue un regalo de la embajada noruega al Ayuntamiento de Madrid.
Todo ello dentro de un ambiente de total tranquilidad. Parece que cada elemento, cada hilera de flores, cada línea de columnas, están dispuestos armónicamente para conseguir esta sensación de absoluta calma.
Cecilio Rodríguez en su jardín
Hacia la mitad del recinto, en el lado este, se sitúa la estatua que recuerda al diseñador de los Jardines. Es decir, Cecilio Rodríguez. Consiste en un busto que representa al Jardinero Mayor a una edad avanzada, sobre un pedestal donde se lee su nombre y la fecha de creación.
El pequeño monumento fue inaugurado en 1949 por iniciativa del Ayuntamiento como agradecimiento por los servicios prestados a la ciudad de Madrid. Especialmente en el Parque del Retiro, que adornó y ajardinó con gusto y donde remodeló la Casa de Fieras y creó la Rosaleda.
Cecilio Rodríguez diseñó estos jardines hacia 1940. La idea era ampliar las instalaciones de la Casa de Fieras para dedicarlos a actos oficiales del Ayuntamiento. Y los responsables municipales tuvieron la ocurrencia de dejarle hacer a su criterio, que solía ser inmejorable.
Desde entonces, el Consistorio se ha servido de este espacio en algunos de sus actos. Y recientemente, su uso se ha ampliado a la ciudadanía. Desde 2013 también se pueden organizar eventos de instituciones privadas pagando el precio de alquiler.
Visitar los Jardines de Cecilio Rodríguez
El horario de apertura es de 10:00 a 18:00 en otoño e invierno, y de 10:00 a 20:00 en primavera y verano. Salvo contadas ocasiones relacionados con actos oficiales, el recinto está abierto al público.
Los Jardines de Cecilio Rodríguez se encuentran entre el paseo de coches y la calle Menéndez Pidal. Por eso lo ideal es entrar por el lado este del Parque del Retiro, paso 7 del recorrido Qué ver en Madrid en 10 pasos.
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