Uno de los focos de atención de la Puerta del Sol de Madrid es el cartel luminoso con la publicidad de Tío Pepe, que lleva en la plaza desde 1935.
Los visitantes de la Puerta del Sol, que son muchos, buscan en la plaza iconos del Madrid de siempre. En esta plaza tenemos la Casa de Correos, el Oso y el Madroño, la estatua de la Mariblanca o la Placa del Kilómetro Cero.
Pero también la publicidad de Tío Pepe, que llegó a este lugar con intenciones comerciales. Al principio era un cartel más de los muchos que aparecieron en Madrid entonces. Pero con el tiempo y la constancia se ha convertido en parte del paisaje urbano de la capital.
Publicidad de Tío Pepe, la historia de una imagen
De hecho, el Ayuntamiento, aunque no le otorga ninguna protección de carácter administrativo, le reconoce un valor simbólico y sentimental. Esto ha generado alguna polémica. Pero el caso es que ahí sigue.
El primer cartel de González Byass se colocó en 1935 sobre el Hotel París, en el número 1 de la Puerta del Sol, con motivo del centenario de la bodega jerezana. Era la época en la que los anuncios de neón lucían por las principales plazas de la ciudad. Aquel primer anuncio consistía simplemente en una copa de jerez sobre el rótulo Gonzalez-Byass. Un poco más abajo se leían las palabras vinos, jerez y coñac.
Años después se cambió el diseño del anuncio por el actual, la botella vestida con chaquetilla y sombrero y llevando una guitarra. Se mantenía el nombre de la bodega abajo y se destacaba la marca TÍO PEPE encima del lema “Sol de Andalucía embotellado”. En este emplazamiento se mantuvo hasta la entrada en el siglo XXI.
Pero el Hotel París cerró en 2006 y el edificio quedó abandonado hasta que en 2011 se inició su derribo. Esto obligó a retirar el anuncio de Tío Pepe. El nuevo propietario del edificio no quiso mantener la publicidad en su azotea, que desde entonces queda liberada. Lo que sí hizo fue alquilar las plantas bajas para que se instalara la tienda Apple más grande de España.
Un icono o un simple anuncio comercial
La ordenanza municipal contra la contaminación lumínica estuvo cerca de acabar con el histórico anuncio. Pero en virtud de sus connotaciones sentimentales el alcalde le concedió el indulto. Y el mismo camino siguieron otros, como el luminoso de Schweppes en el Edificio Carrión de la Gran Vía.
Finalmente, y tras una movilización popular que recogió más de 50.000 firmas a favor de mantener el cartel en la Puerta del Sol, la bodega llegó a un acuerdo con el propietario de otro de los edificios de la plaza. Se trata del que ocupa el número 11, justo enfrente de la Casa de Correos. Gracias a eso en 2014 el anuncio se instaló en esta nueva ubicación.
Desde entonces se ha producido una polémica. Por uno lado están los defensores de la presencia del luminoso de la bodega, alegando que después de tanto tiempo se ha convertido en un icono de la ciudad. Enfrente están los que opinan que se sigue tratando de un anuncio comercial y que atenta contra la estética de la plaza. En este sentido, salta a la vista que el anuncio sobresale por encima de la altura general de los edificios y aporta unos colores que desentonan con el entorno.
De momento parece que la publicidad de Tío Pepe va a permanecer en esta ubicación de la Puerta del Sol. Y que va a ser una atracción más de la plaza, paso 1 del recorrido Qué ver en Madrid en 10 pasos.
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