La Plaza Mayor de Madrid es uno de los puntos más emblemáticos de la ciudad, junto con la Puerta del Sol, la Fuente de Cibeles o la Puerta de Alcalá. Por eso constituye el paso número 10 del recorrido Qué ver en Madrid en 10 pasos.
Si estás visitando Madrid no puedes dejar de pasarte a ver esta gran plaza porticada. Declarada Bien de Interés Cultural, su origen se remonta a los tiempos en que la villa, por decisión de Felipe II, se convirtió en capital de España. Entre 2017 y 2019 se han celebrado los 400 años de la plaza.
La Plaza Mayor de Madrid es un rectángulo totalmente peatonalizado de 120 x 94 metros. Se accede a ella a través de 10 entradas situadas en sus cuatro lados, la mayoría de ellas en forma de arco.
Un lugar de celebraciones y mercados
En la Plaza Mayor de Madrid, como ocurría en sus inicios, tienen lugar diferentes eventos a lo largo del año. Vemos actuaciones musicales, mercadillos, ferias de libros, representaciones teatrales, artistas callejeros, pintores y caricaturistas, etcétera.
Especialmente popular es el mercado de los domingos por la mañana, que se instala bajo sus pasillos porticados. Aquí se compran y venden artículos principalmente de numismática y filatelia, aunque también objetos de otra índole como libros y revistas viejas, láminas, relojes o bolígrafos.
Los locales de la Plaza Mayor de Madrid conservan el sabor de tiempos pasados. Sus tiendas están dedicadas al coleccionismo, la numismática y filatelia, sombreros, telas, y más recientemente algunas de souvenirs. Porque hoy esta plaza peatonalizada es visita obligada para los turistas.
También abren sus puertas numerosos bares y restaurantes, algunos con solera como Los Galayos (cocina castellana desde 1894, lugar de encuentro de la Generación del 27) en el rincón sureste o Las Cuevas de Luis Candelas (cocina madrileña desde 1949, en el lugar donde se escondía el popular bandolero) en el rincón suroeste.
Llegando a la Plaza Mayor
Tan atractivo como la plaza es recorrer las calles que le dan acceso, todas con el gusto del Madrid antiguo. Por el lado este destaca la calle Postas, donde se encuentra la antiquísima Posada del Peine (desde 1610). Y la calle de la Sal, en una de cuyas fachadas podemos ver varios dibujos de Mingote. Por otro arco se sale a la Plaza de la Provincia y la plaza de Santa Cruz.
Por el lado sur tenemos la escueta calle de Botoneras, con el mencionado Los Galayos y algunos especializados en bocadillos de calamares. Un Arco muy vistoso es el de Cofreros, con salida a la calle Toledo y destino al barrio de La Latina.
Por el lado oeste, saliendo bajo el Arco de Cuchilleros, se encuentran la cava de San Miguel y la calle Cuchilleros. Aquí es donde encontramos diversos mesones en forma de cuevas que se meten debajo de la plaza. También en este lado están el mítico restaurante Botín y el popular Mercado de San Miguel.
Y por el lado norte discurre la Calle Mayor, entre la Puerta del Sol y la Catedral de la Almudena, dejando en medio la Plaza de la Villa. Es decir, que esta plaza están en medio de lo que quiere ver un visitante de la ciudad. Y también un madrileño.
Qué ver en la Plaza Mayor de Madrid
El edificio más destacado de la Plaza Mayor es la Casa de la Panadería, que preside el lado norte. Su construcción se inició en 1590 y tuvo que ser levantada de nuevo tras el incendio de 1672.
Llaman la atención las pinturas murales de su fachada. Actualmente alberga un punto de información turística del Ayuntamiento de Madrid donde puedes conseguir mapas y folletos, además de recibir asesoramiento personalizado para visitar la ciudad.
Frente a la anterior está la Casa de la Carnicería, que sirvió en su origen como depósito general de carnes para abastecer a los mercados de la Villa y después como sede del Ayuntamiento.
El edificio, reconstruido tras uno de los incendios de la plaza, está rematado en forma de ático y coronado en sus laterales por torres angulares. Apenas se diferencia del resto de edificios del conjunto, que presenta gran homogeneidad en sus cuatro lados.
En medio de la plaza se encuentra la estatua ecuestre de Felipe III, terminada en 1616. Durante siglos presidió el acceso a la Casa de Campo, pero la reina Isabel II la cedió en 1848 al Ayuntamiento, que decidió situarla en su ubicación actual.
Mira hacia el este y está elevado sobre un pedestal, protegido por una reja. Suele servir de punto de encuentro de madrileños y visitantes, que utilizan sus ángulos como referencia: “quedamos en la pata delantera izquierda del caballo”.
En la esquina suroeste de la plaza se abre el Arco de Cuchilleros, el más monumental de los accesos. Pero para apreciar su monumentalidad hay que contemplarlo desde fuera, desde la calle Cuchilleros.
Fue diseñado por Gómez de Mora, quien ideó también la Escalerilla de Piedra que baja a la calle Cuchilleros para salvar el fuerte desnivel por ese lado. Al otro lado del Arco están algunos de los restaurantes más solicitados por los que vienen a visitar Madrid.
Historia de la Plaza Mayor de Madrid
Originalmente se llamó plaza del Arrabal, por estar situada en uno de los arrabales que quedaban fuera de los muros de la ciudad. Su forma era irregular debido a su formación espontánea. Fue en el siglo XVI, al ser elegida la villa como capital del reino, cuando pasó a llamarse Plaza Mayor.
El arquitecto encargado de su primer diseño fue Juan de Herrera y el primer edificio que se levantó ya en su nueva disposición fue la Casa de la Panadería. Más tarde sería Juan Gómez de Mora quien diseñaría el proyecto definitivo en 1617. Uno de sus objetivos fue dar a la plaza un tamaño adecuado a los espectáculos públicos.
Desde sus inicios la Plaza Mayor sirvió de escenario para los grandes eventos municipales. Los balcones de sus edificios se destinaron a presenciar los espectáculos: toros, autos de fe, ejecuciones públicas, fiestas, etcétera. Para ello los inquilinos tenían la obligación de cederlos siguiendo las normas del Consejo. Se cuadró la plaza, dejando la Casa de la Panadería en el centro del lado norte, y se fue construyendo el resto abriendo 10 accesos al recinto. Algunos de estos accesos están rematados con arcos.
La plaza ha sufrido tres grandes incendios (1631, 1672 y 1790) que obligaron a importantes reconstrucciones. De este modo el espacio fue transformando su aspecto inicial. Por ejemplo, tras el último incendio se redujo la altura de los edificios de 6 plantas a 4. Se nivelaban así todas las construcciones con la Casa de la Panadería.
Dormir en la Plaza
Durante el siglo XIX cambió varias veces de nombre dependiendo de la situación política. Se ha llamado plaza de la Constitución, Real, de la República y de la República Federal. Hasta que tras la Guerra Civil recuperó su tradicional nombre de Plaza Mayor. En 1848 la plaza perdió su condición de escenario de espectáculos públicos al convertir su espacio central en un jardín a la francesa. En 1969 se construyó en su subsuelo un aparcamiento público, se eliminó el jardín y se adoquinó toda su superficie.
Alojarte en un hotel de este entorno es una idea estupenda si vienes a conocer el centro de Madrid. Te recomiendo la histórica Posada del Peine, un hotel moderno de 4 estrellas con mucha leyenda. Si buscas algo muy barato tienes la opción de The Hat Madrid, un albergue con terraza en la azotea y una ubicación inmejorable.
Últimamente se ha reformado la Casa de la Carnicería para abrir en su interior un hotel de la cadena Pestana. Levantarte por la mañana y asomarte a un balcón que da a la plaza Mayor es todo un lujo. Para otras opciones consulta la guía Hoteles en Madrid centro.
La Plaza Mayor está señalada en el mapa con el número 10 del Qué ver en Madrid en 10 pasos.
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