Son muchas las obras de Ventura Rodríguez que en la actualidad adornan Madrid. Rodríguez fue uno de los arquitectos más prestigiosos del siglo XVIII, coincidiendo con la explosión urbanística de la ciudad.
Andando por el centro vamos a encontrar sus creaciones, a veces sin saber que se deben a él. Es fácil reconocer las fuentes de Cibeles y Neptuno, pero menos frecuente resulta adjudicarle parte del mérito del Palacio de Liria o de la Capilla Real.
Buenaventura Rodríguez Tizón nació en Ciempozuelos en 1717. Aunque lo llamaron para trabajar en otros puntos de la península, desarrolló la mayor parte de su obra en Madrid. Por sus méritos, se le considera uno de los grandes maestros del barroco clasicista español.
De los palacios reales a la Fuente de Cibeles
Comenzó como delineante trabajando para Filippo Juvara y Giambattista Sachetti en las obras de los palacios reales de Aranjuez y Madrid. Su trabajo fue tan brillante que acabó siendo el encargado de diseñar la Capilla Real.
Compitió con otros arquitectos de moda en su época. Por ejemplo, la llegada de Francesco Sabatini por petición de Carlos III le restó encargos. Además, cuando tenía diseñada la Casa de Correos, finalmente el monarca prefirió el proyecto de Jacques Marquet.
Aun así, son muchas las obras que han quedado de Ventura Rodríguez en Madrid y fuera de ella. Destacan las fuentes ornamentales, como las de Cibeles o Neptuno. El ayuntamiento de la capital lo nombró Maestro Mayor de la Villa.
Murió en Madrid en 1785. Sus restos reposan en la iglesia de San Sebastián, junto a los de otro gran arquitecto como Juan de Villanueva. También en esta iglesia se enterró a Lope de Vega, José de Espronceda y Ramón de la Cruz.
Edificios, monumentos y obras de Ventura Rodríguez
Capilla Real
La Capilla Real es uno de los espacios más espectaculares del Palacio Real. Su diseño, realizado en 1749, fue encargado a Ventura Rodríguez, que ya llevaba unos años colaborando en el conjunto. Suyo es también el diseño de la caja del órgano, especialmente importante en esta estancia. Las pinturas de la bóveda se deben a Corrado Giaquinto.
Iglesia de San Marcos
Situada junto a la plaza de España, la iglesia de San Marcos fue uno de los primeros diseños de Ventura Rodríguez, que acabó de consolidarlo como arquitecto de primer orden. Encajada entre edificios, exteriormente puede parecer sencilla, aunque elegante. Sin embargo, el interior presenta una decoración muy rica, incluyendo una cúpula con pinturas de Luis González Velázquez. En esta iglesia descansaron los restos del arquitecto hasta su traslado a la parroquia de San Sebastián.
Monasterio de la Encarnación
A principios de siglo XVII se levantó este monasterio con iglesia, de los más antiguos de Madrid. El interior de la iglesia fue reformado posteriormente por Ventura Rodríguez, que se valió de los mejores pintores y escultores de la época para lograr un resultado final formidable. El monasterio sufrió una demolición como consecuencia de la Desamortización de 1836, pero unos años después se abordó su reconstrucción.
Iglesia de San Sebastián
En la iglesia de San Sebastián se han oficiado bautismos, matrimonios y enterramientos de escritores, políticos y otros personajes madrileños o que han hecho vida en Madrid. Aunque data del siglo XVI, Ventura Rodríguez remodeló por completo la capilla de la Congregación de los Arquitectos de Nuestra Señora de Belén en su huida a Egipto entre 1766 y 1768. Curiosamente esta capilla alberga la cripta donde está enterrado el propio Ventura Rodríguez.
Palacio de Liria
Entre sus construcciones palaciegas destaca el Palacio de Liria, de la Casa de Alba. Su primer diseño corresponde al francés Guilbert, pero fue destituido por las anomalías de su trabajo y entonces se hizo cargo Ventura Rodríguez. Se trata del gran ejemplo de palacio nobiliario de Madrid, con un aspecto muy marcial y gran decoración interior, incluyendo una valiosísima colección de obras de arte. El inmueble tuvo que ser reconstruido tras el bombardeo de 1936, con lo que se cambió la distribución de las habitaciones.
Colegiata de San Isidro
La Colegiata de San Isidro, que fue catedral de Madrid hasta la consagración de la Almudena, fue construida a lo largo del siglo XVII y dedicada a San Francisco Javier. En 1769 se dedicó al patrón de Madrid y de entonces es la reforma a cargo del arquitecto de Ciempozuelos. A él se deben el nuevo presbiterio y el retablo del altar mayor.
Palacio de Altamira
Ventura Rodríguez diseñó este gran palacio en 1772, con la idea de que ocupara toda la manzana entre las calles San Bernardo, Marqués de Leganés, Libreros y Flor Alta. Finalmente, sólo se ejecutó la parte de Flor Alta, se dice que por causas financieras o por el rechazo de Carlos IV a que se construyera un palacio que compitiera con el suyo. Aun así, sigue siendo un palacio enorme que se sitúa nada menos que junto a la Gran Vía. Actualmente es la sede madrileña del Instituto Europeo de Diseño.
Puente de Segovia
El del camino de Segovia es el puente más antiguo que se conserva en Madrid. Fue construido en el siglo XVI, en el mismo lugar donde ya hubo otros que fueron destruidos, con diseño de Gaspar de la Vega y, más tarde, de Juan de Herrera. Posteriormente sería objeto de otras intervenciones de mejora a cargo de los mejores arquitectos de sus respectivas épocas. Por ejemplo, Pedro de Ribera en 1721 y Ventura Rodríguez en 1775. El puente de Segovia está formado por nueve ojos, rematados por arcos de medio punto.
Iglesia de San Pedro ad Víncula
Esta iglesia se cree que fue diseñada por Juan de Herrera a últimos del siglo XVI en el pueblo de Vallecas, que hoy forma parte del municipio de Madrid. En 1775 Ventura Rodríguez diseñó la torre que se alza a su lado y que da mayor prestancia al templo. En años posteriores experimentaría nuevas reformas, y fue declarada Bien de Interés Cultural en el año 1995.
Fuente de Cibeles
Quizá el elemento por el que más se recuerde a Ventura Rodríguez sea la Fuente de Cibeles, todo un símbolo de Madrid. La diseñó en 1777, pero su inauguración no se produjo hasta 1782, cuando la actuación urbanística del llamado Salón del Prado, impulsada por el ingeniero y arquitecto José de Hermosilla, ya estaba medianamente avanzado. Las diferentes esculturas que la componen fueron realizadas por distintos autores. Inicialmente se situó junto al muro del Palacio de Buenavista, mirando hacia Neptuno, y servía también para abastecer de agua a los vecinos. A finales del XIX la plaza se reformó y la fuente se situó en su ubicación actual.
Fuente de Neptuno
Un poco más tarde, el arquitecto diseñó la Fuente de Neptuno, considerada una de las representaciones del dios de los mares más bellas del mundo. Dentro del Salón del Prado, ocupó el extremo opuesto a Cibeles. Las figuras de Neptuno y los caballos fueron esculpidas por José Arias, mientras que el resto se asignó a diferentes escultores. Para su construcción, entre 1781 y 1786, se empleó mármol blanco de Montesclaros. La figura de Neptuno iba a ser mayor, pero finalmente se adaptó al tamaño de la piedra más grande disponible. Aunque ahora mira hacia la plaza de las Cortes, inicialmente daba frente a Cibeles.
Fuente de Apolo
Entre las fuentes de Cibeles y Neptuno se situó esta Fuente de Apolo, también diseñada por Ventura Rodríguez. Se la conoce igualmente como fuente de las Cuatro Estaciones, debido a las cuatro efigies que rodean la fuente y que representan cada una de las estaciones del año. Aunque su diseño data de 1777, fue la que más tardó en inaugurarse, ya que no se terminó la figura de Apolo hasta 1802, unos diecisiete años después del fallecimiento del arquitecto. En su día se interpretó que Apolo hace la función del monarca de vigilar a la población desde su posición central.
Las Cuatro Fuentes
Estas Cuatro Fuentes de Ventura Rodríguez se concibieron con una función exclusivamente ornamental, también para el Salón del Prado. Los cuatro pequeños monumentos son muy similares, pero se diferencian en el remate escultórico superior. Dos de ellas representan a Nereida y otras dos a Tritón. Por encima de estas figuras asoma un chorro de agua hacia arriba en vertical. Están fechadas en 1781.
Fuente de la Alcachofa
Del mismo año 1781 es la Fuente de la Alcachofa, llamada así por la forma de su pieza escultórica principal. También se la ha llamado Tritón por las figuras mitológicas que la decoran. Se situó en la puerta de Atocha, como para cerrar el paseo del Prado. Pero un siglo más tarde, debido al creciente tráfico en la zona, al que estorbaba, fue trasladada junto al rincón suroeste del Estanque Grande en el Parque del Retiro. A finales de siglo XX, curiosamente, se situó una réplica en bronce de esta fuente en su lugar original, con lo que ahora tenemos dos.
Fuente de las Conchas
Antes que las del Salón del Prado, ya había diseñado Ventura Rodríguez esta Fuente de las Conchas para los jardines del palacio del Infante don Luis en Boadilla del Monte. Ejecutada en mármol blanco y ubicada en un pilón de granito, fue comprada por Fernando VII como regalo para María Cristina de Borbón. Y a mitad de siglo XIX ya estaba colocada en el eje principal del Campo del Moro, donde todavía está. Entre sus tazas, varias figuras de niños se acercan conchas a la cara.
Fuente de San Antón
Incrustada en el chaflán del colegio de San Antón, donde ahora está el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, se sitúa esta Fuente de San Antón, fechada en 1770. Inicialmente Ventura Rodríguez diseñó una urna con galápagos, pero hacia el año 1900 fue sustituida por los delfines que vemos en la actualidad. Aunque los delfines dejan salir un chorro de agua, un cartel avisa de que no es potable.
Otros trabajos de Ventura Rodríguez
Pero no sólo en la capital encontramos la huella del arquitecto de Ciempozuelos. En la localidad de Boadilla del Monte Ventura Rodríguez dejó el palacio del infante don Luis. Construido en 1765, contiene una capilla donde abundan el mármol, el bronce y el estuco. Como parte del complejo palatino se conserva la llamada Fuente de Ventura Rodríguez o de los Tres Caños, que recuerda levemente a la Fontana de Trevi.
Fuera de la Comunidad de Madrid también dejó Ventura Rodríguez numerosas construcciones. Por ejemplo, es obra suya la compleja Santa Capilla de la basílica del Pilar en Zaragoza. También lo son el Transparente de la Catedral de Cuenca, el Museo de la Garrocha en Olot o el palacio de Almanzora en Almería.
Entre las obras desaparecidas, está la iglesia del Convento de Premonstratenses de San Norberto, derribada en tiempos de José Bonaparte, donde hoy está el mercado de los Mostenses. También se derribó su Puerta de Atocha, ubicada a pocos pasos de la Fuente de la Alcachofa.
Ventura Rodríguez fue contemporáneo de otros grandes arquitectos como Villanueva, Sabatini o Hermosilla. Como hemos visto, algunos proyectos fueron compartidos por varios de ellos. En cualquier caso, igual que los anteriores, Ventura Rodríguez ocupa un lugar destacado en el paisaje urbano madrileño.
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