El Madrid monumental de Francesco Sabatini

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El Madrid monumental de Francesco SabatiniFrancesco Sabatini ha sido uno de los arquitectos que mayor huella han dejado en el patrimonio de Madrid. Sus obras, ejecutadas en el siglo XVIII, conforman la parte más monumental de la capital.

Un paseo por el centro de la ciudad nos desvelará algunos de sus edificios y monumentos más prestigiosos. Algunos tan conocidos como el Palacio Real o la Puerta de Alcalá.

Sabatini nació en Palermo (Sicilia) en 1721, pero fue en Madrid donde desarrolló principalmente su labor. En concreto, al servicio de la Casa Real, interesada en modernizar la ciudad y el país.

Francesco Sabatini en la renovación de Madrid

Tras subir al trono español, Carlos III mandó llamar a Sabatini en 1760 y lo convirtió en su arquitecto preferido. Sabatini recibió el cargo de maestro mayor de las obras reales y fue nombrado académico honorífico de la Academia de Bellas Artes de San Fernando.

El Madrid monumental de Francesco Sabatini
Dibujo de E. Zarza y litografía de J. Donon

Entre sus muchos encargos, Francesco Sabatini participó en la gran operación de limpieza de Madrid. Hablamos de una época de grandes cambios, con los que el Gobierno designado por Carlos III pretendía modernizar la capital. En concreto, Sabatini fue el responsable de la mejora del alcantarillado y empedrado de calles.

Sin embargo, algunas medidas de mejora fueron mal vistas por la ciudadanía. Por ejemplo, la prohibición de cierta indumentaria o la obligación de costear el mantenimiento de las calles. Esto fue el origen del conocido Motín de Esquilache, nombre del jefe de Gobierno de entonces.

Dentro de los destrozos ocasionados en el Motín, la casa de Sabatini fue apedreada. Pese a ello y a la expulsión de Esquilache de España, Sabatini permaneció en la capital hasta su muerte en 1797. Y emprendió las nuevas obras que le fueron encargando, algunas de las cuales destacan en el urbanismo actual de Madrid. Vamos a ver sus obras más sobresalientes.

Edificios, monumentos y obras de Francesco Sabatini

Palacio Real

Aunque tiene otras muchas, la gran obra de Sabatini en Madrid es el Palacio Real. El viejo alcázar había sido destruido en el incendio de 1734 y ahora se pretendía levantar una residencia regia que compitiera con los grandes palacios europeos. Sabatini trabajó sobre el diseño original de Filippo Juvara y sustituyó al discípulo de éste, Giambattista Sachetti. A Sabatini se debe la finalización de la obra en 1764, con varias intervenciones. Por ejemplo, la ampliación del ala sudeste y la gran escalera principal. También fue responsable de la decoración al gusto del monarca Carlos III, el primer rey que habitó el Palacio.

El Madrid monumental de Francesco Sabatini
Palacio Real

Puerta de Alcalá

Uno de los grandes emblemas de la ciudad de Madrid, la Puerta de Alcalá, se levantó siguiendo un diseño de Sabatini. Inaugurada en 1778, en esta ocasión se trataba de embellecer la entrada por el este a la ciudad. Precisamente la que utilizó Carlos III para entrar por primera vez en sus nuevos dominios unos años antes. Se trata de una puerta de cinco huecos, frente a los tres habituales. La parte superior está adornada, con adornos diferentes según veamos el monumento desde dentro o desde fuera. Por el lado este encontramos figuras de niños y por el oeste trofeos militares de origen romano.

El Madrid monumental de Francesco Sabatini
Puerta de Alcalá

Puerta de San Vicente

Situada en la glorieta del mismo nombre, entre el centro comercial Príncipe Pío y Madrid Río, la Puerta de San Vicente tiene una azarosa historia que la ha hecho desmontarse y volverse a montar, desaparecer y volver a aparecer. A Sabatini se le encargó reordenar la Cuesta de San Vicente, que era la salida natural desde el Palacio Real hacia El Pardo. Parte de este trabajo fue sustituir la vieja puerta realizada por Ribera por una nueva más vistosa, con tres huecos y adornos militares en la parte superior. En el siglo XIX se desmontó para facilitar el tráfico de la zona y a mitad del siglo siguiente se instaló en su lugar la Fuente de Villanueva. La Puerta que vemos en la actualidad es una réplica de la diseñada por Sabatini. Se levantó en 1995 aprovechando algunos materiales de la original.

El Madrid monumental de Francesco Sabatini
Puerta de San Vicente

Jardines de Sabatini

En realidad, los Jardines de Sabatini no son una creación del arquitecto italiano. Sin embargo, en este mismo espacio Sabatini diseñó inicialmente unos jardines que no fueron ejecutados. Más tarde diseñó las Caballerizas Reales como complemento del Palacio Real, que sí se levantaron. Fue en los años 30 del siglo XX cuando los terrenos pasaron a titularidad municipal y se derribaron las caballerizas. El objetivo era crear unos jardines que recordaran el diseño inicial de Sabatini destinado a adornar el Palacio. La obra dirigida por Fernando García Mercadal se interrumpió por la Guerra Civil y fue terminada en 1950. En la reforma de los años 70 se creó la escalera monumental que sirve hoy de acceso principal.

El Madrid monumental de Francesco Sabatini
Jardines de Sabatini

Jardín Botánico

En la creación del Jardín Botánico intervinieron varios arquitectos a lo largo del tiempo. El primero de ellos fue Francesco Sabatini, que creó un proyecto inicial con tres niveles, más tarde reelaborado por Juan de Villanueva. De la mente creativa del italiano también surgió la Puerta Real, levantada en 1774 en forma de arco de triunfo, que da al Paseo del Prado y que en la actualidad cumple una función estrictamente decorativa. Hoy el acceso al recinto se efectúa por la Puerta Norte, de cara al Museo del Prado, obra de Villanueva. En el centro del espacio se eleva una estatua del rey Carlos III, impulsor de la creación de este Jardín dentro del gran proyecto urbanístico llamado Salón del Prado.

El Madrid monumental de Francesco Sabatini
Puerta Real en el Jardín Botánico

Real Casa de la Aduana

La Casa de la Aduana fue una de las primeras intervenciones de Francesco Sabatini en Madrid, tras llegar desde Italia. Concebido para una función meramente administrativa, su enorme interior se articula en torno a tres patios: dos cuadrados delante y uno rectangular detrás. Destaca el zócalo almohadillado de la planta baja y entresuelo y la sobria fachada, acorde con el uso proyectado. En 1846 se convirtió en sede del Ministerio de Hacienda, función que mantiene en la actualidad. Una de las obras que han modificado este edificio en el tiempo fue la realizada en 1944 para integrar un nuevo edificio que sustituía al contiguo palacio del marqués de Torrecilla, manteniendo la portada barroca atribuida a Pedro Ribera.

El Madrid monumental de Francesco Sabatini
Casa de la Aduana

Sepulcros de Fernando VI y Bárbara de Braganza

Los restos de estos dos reyes fueron depositados temporalmente en el convento de las Salesas Reales, bajo el coro, por deseo expreso de ambos. Fue su medio hermano y sucesor, Carlos III, quien ordenó que se construyeran dos sepulcros con la debida dignidad, encargados a Francesco Sabatini. El arquitecto italiano los diseñó y encomendó la tarea de tallarlos en mármol al escultor Francisco Gutiérrez Arribas. Las figuras que adornan ambos sepulcros están cargadas de simbolismo. El de Fernando lo encontramos en la misma iglesia, mientras que el de su esposa se encuentra en la capilla, separados por una pared.

El Madrid monumental de Francesco Sabatini
Sepulcro de Fernando VI

Museo Reina Sofía

El edificio principal del Museo Reina Sofía fue inicialmente el Hospital de Madrid, también llamado San Carlos. El proyecto inicial correspondió a José de Hermosilla, que llegó a levantar los cimientos. Pero con la llegada de Carlos III al trono el encargo pasó a manos de Sabatini, que ideó un conjunto monumental, más grande que el propio Palacio Real. Finalmente, la obra se limitó a la parte de hospital diseñada por Hermosilla más un anexo de Sabatini. En el siglo XX se ejecutaron reformas para acomodar el edificio a la Facultad de Medicina. El Hospital cerró en 1965 y, tras unos años de abandono, el edificio se catalogó como Monumento Histórico-Artístico y se convirtió en Museo. A principios del siglo XXI, la institución creció con nuevos edificios en la parte trasera.

El Madrid monumental de Francesco Sabatini
Patio del Museo Reina Sofía

Palacio de Godoy

Este edificio se construyó muy cerca del Palacio Real para servir de residencia a los Secretarios de Estado. Por entonces, el cargo lo ocupaba el marqués de Grimaldi, pero antes de la inauguración lo había sucedido el conde de Floridablanca. Más tarde lo ocupó Manuel Godoy, por lo que el edificio se llama indistintamente como del marqués de Grimaldi o de Godoy. Sabatini lo diseñó y construyó entre 1776 y 1782, aunque posteriormente se hicieron numerosas reformas. Una parte de este palacio desapareció en 1931 para abrir paso a la calle Bailén. En las recientes obras de prolongación del túnel de Bailén se han encontrado restos de la parte desaparecida.

El Madrid monumental de Francesco Sabatini
Palacio de Godoy

Basílica de San Francisco el Grande

Sobre el solar que ocupaba una iglesia anterior, se empezó a levantar esta basílica con proyecto inicial de José de Hermosilla y fray Francisco Cabezas. La obra se detuvo por la sospecha de que los pilares no soportarían la fabulosa cúpula, que mide treinta y tres metros de diámetro. Por eso el proyecto pasó a Francesco Sabatini, que reforzó los muros y terminó la ejecución. A Sabatini se deben también la fachada principal, de estilo neoclásico, y las dos torres que encuadran la cúpula. Más tarde, en el siglo XIX, los mejores artistas del momento se encargaron de decorar su interior. Actualmente, la basílica de San Francisco el Grande es uno de los monumentos más sorprendentes de Madrid, con un verdadero museo de arte en su interior.

El Madrid monumental de Francesco Sabatini
Basílica de San Francisco el Grande

Convento de las Comendadoras de Santiago

Este conjunto conventual es obra de los hermanos José y Manuel del Olmo, que ejecutaron en el último tercio del siglo XVII. La iglesia, que se conserva del proyecto inicial, es uno de los pocos ejemplos de planta central de Madrid. Sobre el altar mayor encontramos el cuadro de Santiago Matamoros, pintado por Luca Giordano. Como en otras muchas construcciones madrileñas, a Francesco Sabatini se le encargó la reforma y renovación, que se produjo hacia 1753. Su trabajo principal consistió en unir las diversas casas en que consistía el convento.

El Madrid monumental de Francesco Sabatini
Convento de las Comendadoras de Santiago

Casa de Campo

Carlos III encargó a Sabatini la reforma de la Casa de Campo, el gran parque del que había disfrutado la Familia Real casi en exclusiva. Sabatini reformó los caminos y las canalizaciones de riego que alimentaban el Palacio de los Vargas, edificio principal del recinto, que también renovó dándole un aspecto similar al que vemos hoy. De aquellas intervenciones el elemento más destacado que nos queda es el puente de la Culebra, sobre el cauce del arroyo Meaques. Del resto de puentes que construyó han perdurado otros dos, menos vistosos. También queda la puerta del Zarzón en la tapia que separa el recinto de las casas de Somosaguas, levantada entonces para impedir el paso de cazadores furtivos. Otros elementos ideados por Sabatini para Casa de Campo han desaparecido.

El Madrid monumental de Francesco Sabatini
Casa de los Vargas en Casa de Campo

Otros trabajos de Francesco Sabatini

Fuera de Madrid Francesco Sabatini también dejó su huella, siempre por encargo del rey Carlos III. Por ejemplo, diseñó el edificio original de la Fábrica de Armas de Toledo. En Valladolid hizo el monasterio de San Joaquín y Santa Ana en Valladolid. También diseñó el cuartel de Guardias Valonas de Leganés y el convento de San Pascual en Aranjuez.

Los trabajos de Francesco Sabatini en la capital fueron más numerosos que los aquí citados. Ya hemos hablado de la mejora del alcantarillado y empedrado de las calles que corrieron a su cargo. Además, al italiano se encargaron las tareas de extinción del gran incendio en la plaza Mayor de 1790. Sin embargo, aunque seguramente asesoró en el proceso de reconstrucción, esta última obra se encargó a Villanueva.

Entre las obras perdidas de Sabatini está el Cuartel de Leganitos, o de San Gil, situado en la actual Plaza de España, entonces llamada de San Marcial, y que fue derribado en 1910. También se perdieron parte de las intervenciones en la Casa de Campo, como algunos puentes y algunas construcciones religiosas.

Francesco Sabatini fue contemporáneo de otros grandes arquitectos como Villanueva, Ventura Rodríguez o Hermosilla. Como hemos visto, algunos proyectos fueron compartidos por varios de ellos. En cualquier caso, igual que los anteriores, Sabatini ocupa un lugar destacado en el paisaje urbano madrileño.

 

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