Paseando un día cualquiera en Madrid me encontré con este encuadre y decidí fotografiarlo. Es la calle San Nicolás, una de las más antiguas de la capital, y lo que se ve de fondo iluminado por el sol de la tarde es el Edificio España.
Era el 4 de enero y simplemente daba una vuelta por el centro. Todavía quedaban “restos” de la Navidad, los mercadillos, los Belenes, los paneles de iluminación en las calles.
Madrid de los Austrias un día cualquiera en Madrid
Uno de esos elementos navideños que vi al empezar mi paseo, en la plaza de Oriente, fue este Carrusel Navideño. De toda la vida lo he conocido como Tiovivo, y así lo sigue llamando mucha gente que se monta en sus caballos. Este tiene dos plantas y una estética digamos vintage.
Por lo que dice la información del Ayuntamiento, ya deben de haberlo desmontado. También pusieron otro tiovivo en la plaza de la Provincia, que es el mismo que el año pasado estuvo en la plaza Mayor, al lado del tradicional mercado navideño.
Seguí camino junto al Palacio Real, donde a esa hora todavía se formaba una gran cola para entrar a ver el Belén, uno de los más demandados de Madrid. También tiene Belén la Catedral de la Almudena.
Según entras por la puerta este de la Catedral te encuentras este portal que sirve de aperitivo para el Belén que puedes ver dentro. Muy bien puesto, con un sencillo jugo de luces y una narración que cuenta el nacimiento.
A esas horas, hacia las 17h, había mucha gente visitando la Catedral. Ahora bien, si quieres una experiencia un poco diferente baja a la cripta, entrando por Mayor. La Cripta de la Almudena es espectacular, con una planta igual a la del templo principal, y un mar de columnas que te deja con la boca abierta.
Y si buscas otro punto de vista, sube al mirador de la cúpula. Para ello hay que hacer la visita del museo, con una entrada de 6 euros si no recuerdo mal. Puedes parar en el balcón frente al Palacio Real y llegar a la cúpula donde tienes una vista de Madrid diferente.
La Librería y la plaza de Ramales
Aproveché mi paso por el final de la calle Mayor para entrar a La Librería, especializada en libros de Madrid. Te aseguro que es un lujo contar con esta editorial y esta librería donde encuentras tanta información sobre nuestra ciudad. Libros sobre las calles, las fiestas, la historia, sus personajes, sus crímenes, etc.
Fue entonces cuando subí por la calle San Nicolás, la de la foto de inicio. Me gustó tanto la vista mientras caminaba que decidí tirar la foto. Me quedó un poco oscura por los lados porque quería conservar la luz de fondo. Otro día pruebo con una velocidad un poco menor para que se distingan mejor los laterales.
En esta misma calle, haciendo esquina con la calle Cruzada, está el edificio donde vivió el Conde Duque de Olivares. Mejor dicho, el edificio en cuestión ocupa el solar donde estuvo la casa del valido, que murió en 1645.
El edificio lo conocemos hoy como Casa Palacio de Domingo Trespalacios, el nombre de su propietario, que la mandó construir en 1768. Una placa muy distinguida nos recuerda que años después en esta misma casa murió el poeta Gaspar Núñez de Arce, en 1903.
A la vuelta de este edificio está la plaza de Ramales, puro Madrid de los Austrias, aunque sus edificios no sean tan antiguos como los reinados de los Habsburgo. Aquí destaca la magnífica casa palacio de Ricardo Augustín, la del torreón tan chulo, de 1922. Y también los restos de la iglesia de San Juan Bautista, que podemos ver bajo una cristalera, además de la simulación de su contorno.
Como el pintor Diego Velázquez fue enterrado aquí, la placa que anuncia el nombre de la plaza lleva su imagen. También hay un monumento dedicado al artista en el centro. Lo que no vemos son sus restos, que se supone que están en algún lugar no determinado bajo la superficie.
Las Descalzas y un mercado de Food Truck
Siguiendo camino de mi día cualquiera en Madrid, atravesé la plaza de Isabel II, la de Ópera, y llegué hasta el monasterio de las Descalzas, en cuya iglesia se exhibía otro belén navideño. Muy vistoso, con una recreación de la fachada del propio edificio acompañando a las figuras.
Curiosamente había un mercadillo junto al monasterio, donde abundaban los productos de comer. Me llamaron la atención los vehículos que llaman Food Truck, que se abren por un lateral para servir perritos calientes, gofres, kebab, etc.
Y estas son las fotos de un día cualquiera en Madrid. Podrían ser otras, y otro día cualquiera lo serán.
UN REGALO DE BIENVENIDA
Suscríbete y accede totalmente GRATIS a:
- Mi ebook: "37 planes únicos que te enamorarán de Madrid."
- Guías, Mapas y otros materiales que te resultarán útiles.
- Recibe los nuevos contenidos sobre Madrid en tu email.