La Gran Vía es, sin duda, uno de los principales centros de interés para los visitantes de Madrid. Por eso es el cuarto paso dentro del recorrido Qué ver en Madrid en 10 pasos.
En ocasiones puede parecernos un auténtico hormiguero por la cantidad de gente que transita por sus aceras. Los coches se amontonan sobre el asfalto y el movimiento es incesante en sus 1360 metros de longitud. Pero la Gran Vía tiene algo de adictivo que nos hace volver a ella.
El motivo podría ser la oferta de ocio siempre presente en el tramo que va desde Callao a Plaza de España. Los cines y teatros se suceden por la acera hasta convertir esta avenida en el Broadway madrileño. Otro motivo podría ser los innumerables comercios de todo tipo, incluyendo hoteles y establecimientos para pararse a tomar algo en todo su recorrido. El caso es que la Gran Vía es una de las calles de Madrid que mejor nos recuerdan un tiempo pasado, el de la mitad del siglo XX, que muchos sólo conocemos gracias al cine.
Más de 100 años de vida
Desde sus orígenes esta calle ha sido uno de los símbolos de la ciudad. El proyecto de construir la Gran Vía sobre el trazado de la antigua calle de San Miguel surgió en el último tercio del siglo XIX. Enseguida se extendió a la población de forma que era conocida por su nombre desde mucho antes de convertirse en realidad.
Fue en 1910, siendo alcalde de Madrid José Francos Rodríguez, cuando el rey Alfonso XIII dio el primer golpe de piqueta para el derribo de la casa del Cura, en la confluencia de la nueva Gran Vía con la calle de Alcalá. Desde entonces hasta mitad de siglo se fueron derribando casas antiguas (hasta un total de 312) y construyendo nuevos edificios.
Todos los inmuebles tenían un corte señorial, al estilo de la moda europea de entonces. El último edificio levantado (inaugurado en 2013) es el de Gran Vía 48, obra del arquitecto Rafael de la Hoz, en el solar sobre el que se erigía la sede del Banco Atlántico con fachada negra. El nuevo edificio presenta formas vanguardistas que rompen la estética de la zona.
En 2010, con motivo del centenario de la Gran Vía, el Ayuntamiento proyectó una serie de actos conmemorativos. Aquel homenaje y la historia de este espacio se pueden consultar en este sitio web. Del mismo año es la maqueta con materiales metálicos ubicada al inicio de la calle que sirve de plano para conocer la situación de los distintos edificios a lo largo de toda su longitud.
La última reforma de la Gran Vía finalizó en 2018. Desde entonces, los viandantes encuentran aceras más anchas para pasear, pasos de peatones adicionales y novedades en el arbolado, bancos, farolas y semáforos. El tráfico rodado se ve ahora más restringido y un carril bici sube desde la plaza de España hasta la de Callao.
Leer más sobre la historia de la Gran Vía.
Recorriendo la Gran Vía
Por seguir nuestro recorrido Qué ver en Madrid en 10 pasos, empezamos a recorrer la Gran Vía desde la Plaza de España. Es decir, en sentido contrario a la numeración de la calle, por el histórico tercer tramo, que es el más moderno. Dejamos atrás el Edificio España en el número 86 y enseguida nos encontramos en la acera izquierda (la de los pares) el teatro Coliseum. Este edificio, del mismo nombre, fue construido en los primeros años 30. Aquí se han representado obras como Hair, Cats, Chicago o My Fair Lady.
En la esquina del 74 estuvo la tienda de National Geographic que además de ofrecer artículos de viaje y decoración de lugares exóticos contaba con una cafetería y un auditorio para conciertos y eventos. Hoy ha desaparecido y en su lugar se ha instalado una tienda de la cadena Ale-Hop.
A partir de aquí podemos encontrar, tanto en una acera como en otra, algunos locales que ofrecen jamón. Históricamente hemos visto el Museo del Jamón, El jamón de Gran Vía, Don Jamón, Jamón 55, El paraíso del jamón, De jamón y Tapería Don Jamón. Con el tiempo, han ido abriendo nuevos y cerrando otros.
El número 70 lo ocupa un edificio de mitad de los cuarenta que en su día albergó el cine Pompeya. Hoy da espacio al teatro La chocita del loro, especializado en monólogos, además del hotel Senator. Entrando por la siguiente a la izquierda llegas al Da Nicola, uno de los restaurantes italianos más famosos de Madrid.
Cines míticos y edificios singulares
Cambiando de acera, en los números 53, 55, 57 y 59, tenemos el edificio Lope de Vega. Aquí está el teatro del mismo nombre que últimamente viene representando el musical El rey León. El hotel, que de inicio también se llamó Lope de Vega, pasó a denominarse Emperador ya en el siglo XXI. En esta zona hasta hace poco todavía podían verse limpiabotas sacando brillo a los zapatos de sus clientes. Y en una de las calles de atrás está Miyama, uno de los mejores restaurantes japoneses de la ciudad.
Volviendo al lado izquierdo, en el número 48, encontramos el edificio obra del arquitecto Rafael de la Hoz. Como decíamos antes, tras el derribo del antiguo, es el primero que se ha levantado en el siglo XXI. Su estética singular y diferente del resto de construcciones, más clásicas, se deja notar.
De nuevo en el lado derecho, en el número 43 estuvieron los míticos cines Rex, cuyo local pasa a tener un uso comercial. Y en el número 41, arriba del todo, llegando ya a la plaza de Callao, tenemos una de las joyas de la Gran Vía. Es el Edificio Carrión, también denominado Edificio Capitol, con su peculiar forma de cuña y su legendaria publicidad de Schweppes. Alberga los cines Capitol, una tienda Benetton y el Hotel Vincci Capitol.
A partir de aquí la Gran Vía hace un giro a la izquierda y da comienzo (o mejor dicho fin) al segundo tramo histórico. En este giro se ubica la plaza de Callao, ya totalmente peatonalizada, con los cines del mismo nombre. También en la plaza están los edificios de FNAC y El Corte Inglés, y enfrente los cines del Palacio de la Prensa. Recomiendo subir al espectacular mirador situado en la Terraza de El Corte Inglés.
Segundo tramo de la Gran Vía
En el número 38 encontramos el magnífico edificio del Hotel Atlántico. Y enfrente el edificio La Adriática en el 39, con su cúpula en forma de templete que tanto llama la atención. A su lado, dos cines hoy desaparecidos: el Avenida, en el número 37, que también albergó en su sótano la sala de fiestas Pasapoga, actualmente ocupado por una tienda H&M, y el Palacio de la Música, en el 35, todavía sin ocupar.
En el número 32 podemos ver la versión actualizada del Edificio Madrid-París. Aquí abrió sus puertas en 1924 los Grandes Almacenes Madrid-París y una década más tarde Almacenes SEPU (Sociedad Española de Precios Únicos), hoy desaparecidos. En sus inicios se instaló en el edificio Unión Radio y décadas más tarde fue propiedad del Grupo Prisa antes de venderlo a Drago Real Estate Partners. Sin embargo la Cadena Ser sigue emitiendo sus programas desde aquí. Hoy es conocido por albergar una gran tienda de Primark.
La tienda oficial del Real Madrid tiene un local en el número 31 de Gran Vía. Ya puedes imaginar que es uno de los lugares de mayor interés para muchos turistas, y no tan turistas. Sobre la azotea puede verse una figura femenina de bronce con un arco que apunta al edificio de enfrente.
En el número 29 tiene su espacio la más grande y mítica tienda de Casa del Libro. Esta librería, con cuatro plantas, es la primera opción de muchos amantes de los libros nuevos. Encuentras de todo y es un placer perderse entre sus estanterías leyendo títulos y hojeando páginas.
Barrios que nacen en Gran Vía
Frente a Casa del Libro, en el número 28, se alza el Edificio Telefónica. Imponente y de aspecto decadente, fue construido en 1930 como el más alto de la ciudad hasta la llegada del Edificio España en 1953. Hoy alberga una tienda Movistar con muchas curiosidades y la Fundación Espacio, que ofrece exposiciones gratuitas.
Y así llegamos a la Red de San Luis, que es ese espacio que se abre en la Gran Vía donde termina la calle Montera. En este punto enlazamos con el primer tramo histórico, los primeros edificios que se hicieron hacia 1910.
Si nos desviamos unos metros por la calle Montera encontraremos, en su número 30, un grafiti con historia. Se trata de una de las últimas manifestaciones que quedan vivas de la presencia en la ciudad de Muelle. Juan Carlos Argüello, que era su nombre real, fue uno de los primeros y quizá el más notorio de los grafiteros urbanos de Madrid.
También desde la Red de San Luis accedemos a las calles Horteleza y Fuencarral. Esta última fue peatonalizada en 2010 y convertida en un nuevo eje comercial con tiendas muy peculiares. Muchos de sus comercios tratan de escapar a la masificación de las cadenas y franquicias. Por aquí nos adentramos en los barrios de Chueca (a la derecha de Fuencarral) y Malasaña (a la izquierda).
Primer tramo de la Gran Vía
Volviendo a la Gran Vía, en el número 24 vemos el Casino Gran Vía, sede satélite del Casino de Aranjuez. El edificio, inaugurado en 1924, albergó en su día el Círculo Mercantil e Industrial. En su interior funciona un hotel de lujo.
Llama la atención, en el número 17, la fachada posterior del Oratorio del Caballero de Gracia. Su aspecto es diferente del resto de construcciones. A través de su arco abierto podemos ver el ábside del templo, al que se accede por la calle paralela. En la acera de enfrente está el Museo Chicote, abierto en 1931. Aunque no es museo, sino coctelería, sus paredes guardan una historia de anécdotas y personajes célebres.
En el número 1 se encuentra el Edificio Grassy, llamado así porque en 1952 se instaló el relojero Alejandro Grassy. Sus formas peculiares, con su templete superior, fueron inmortalizadas por Antonio López en su cuadro La Gran Vía. Destaca la vistosa publicidad de Rolex en letras verdes.
En el inicio de la Gran Vía tenemos el Edificio Metrópolis, numerado ya en la calle de Alcalá. Propiedad de la aseguradora Metrópolis (se anuncia un próximo uso hotelero), presenta formas complejas de estilo francés. Su cumbre se adorna con una cúpula de pizarra y la figura de una Victoria Alada. Y si cruzamos la calle de Alcalá podemos subir a la Azotea del edificio del Círculo de Bellas Artes. Aquí arriba podemos tomar un refrigerio y contemplar unas magníficas vistas aéreas de Madrid. Entre otros, se puede fotografiar el Edificio Metrópolis desde una posición privilegiada.
Curiosidades de la Gran Vía
En 1997 Alejandro Amenábar estrenó la película Abre los ojos. Para una de sus primeras escenas logró vaciar por completo el tramo de la Gran Vía que va desde la plaza de Callao hacia la plaza de España, con la Torre de Madrid al fondo.
Dicen las crónicas que el Edificio Carrión fue el primero de Madrid en instalar un sistema centralizado de aire acondicionado. De esta forma, se creaba en pleno verano lo que se llamó el “clima artificial de primavera”.
Si quieres alojarte en un hotel de la Gran Vía te recomiendo el Hotel Santo Domingo, con piscina y terraza en la azotea, el Vincci Capitol, junto a Callao, o el Hostal Main Street. Todos ellos cuentan con una ubicación inmejorable para conocer el centro de Madrid andando.
La Gran Vía es el paso 4 del recorrido Qué ver en Madrid en 10 pasos.
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